Hoy me levanté y vi Orpesa llena de pájaros.
No me sorprendió, aunque me recordó que tal vez me tenía que
tapar un poco más.
Luego fuimos a correr…
Dando vueltas y haciendo quilómetros, llegamos al Prat de
Cabanes. Ese que se quemó, en parte, esta misma semana.
Vimos miles de pájaros, sin exagerar. Y vimos aguiluchos
cenizos poniéndose las botas.
Hoy reaprendí porqué es un lugar protegido.
Tendréis motivos para quemarlo, pero para mí no son
suficientes.
Yo elegí amar la vida.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada