dissabte, 1 de desembre del 2012

Quemar el Prat


Hoy me levanté y vi Orpesa llena de pájaros.
No me sorprendió, aunque me recordó que tal vez me tenía que tapar un poco más.
Luego fuimos a correr…
Dando vueltas y haciendo quilómetros, llegamos al Prat de Cabanes. Ese que se quemó, en parte, esta misma semana.
Vimos miles de pájaros, sin exagerar. Y vimos aguiluchos cenizos poniéndose las botas.
Hoy reaprendí porqué es un lugar protegido.
Tendréis motivos para quemarlo, pero para mí no son suficientes.
Yo elegí amar la vida.

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